lunes, 23 de julio de 2012

Domingo 22 de julio 2012

Nos levantamos, tomamos un cafecito, nos higienizamos y salimos para el Mercado Raspail que casualmente queda sobre el Boulevard Raspail. Lo recorrimos para un lado y después para el otro y compramos:

  • unos jaboncitos
  • dos pañuelos
  • dos tartitas de frutas, una de ruibarbo y otra de damasco
  • dos porciones de tarta, una de cebolla y otra de champignon
  • dos pedazos de queso, uno de morbier y otro de gruyere
  • dos medios panes, uno de brioche y otro con pasas de uva
  • unos tomatitos cherry 
  • dos miniendivias
Con todo eso volvimos porque nos pesaba en las bolsas. Almorzamos lo que compramos, que era todo orgánico porque el mercado Raspail es un mercado orgánico.
Papá se recostó y después de un rato mamá y yo nos fuimos al Puente Bir-Hakeim a ver a los ciclistas que llegaban hoy a París porque terminaba el Tour de France. Esperamos como dos horas al rayo del sol junto con otros personas. Pasaban autos, motos, micros, todos saludaban y tocaban bocinas pero los ciclistas no aparecían, hasta que al fin aparecieron, los vimos durante un minuto y medio que es el tiempo que tardaron en pasar por abajo del puente, y nos fuimos.
Tomamos un café en un café por ahí y mamá se volvió al departamento. Yo me fui en Metro hasta el Virgin Megastore de Champs Elysees y justo cuando salía del metro llegaban los ciclistas y todo el mundo gritaba en francés.
El Virgin Megastore es gigante como su nombre lo indica y está lleno de CDs, DVDs, libros, música, papelería, comics, juguetes, cuadernos, agendas, y queseyó qué más, había de todo, yo iba agarrando cosas y cuando las manos no me daban más iba soltando para agarrar otras cosas. Al final moderé bastante mi consumismo.
Volví al departamento y me crucé con mamá y papá que justo salían a comprar algo para comer y quedamos en que me esperaban en el Cafe Lutetia porque yo quería subir a dejar mi bolsita con música recién adquirida y pasar por el toilette.
Subí y bajé y los encontré ahí donde habíamos quedado. Pedí un croque madame que es un sanguchito tostado con un huevo frito arriba, y una cerveza Carlsberg muy rica. Después tomamos el café y compartimos una tarta de manzana. Nos volvimos, y me tuve que poner en los brazos y el pecho y la espalda un gel post-solar y crema hidratante proque las dos horas de espera del Tour de France al rayo del sol dejaron su huella en mi nívea piel.
Nos acostamos sin saber exactamente qué vamos a hacer mañana. Pero antes de acostarme del todo tuve que salir al pasillo en camisón porque al lado hay gente con niños y los niños a la una y media de la mañana estaban correteando y gritando por el pasillo, así que salí, los miré severamente y poniendo mi dedo índice sobre mis labios les dije: "SHHHHHHHHHHHHHH". Después de eso estuvieron un poco más calmados y pude dormir.

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