miércoles, 16 de enero de 2013

Lunes 14 de enero de 2013

Nos levantamos, fuimos a desayunar y apareció el dueño del hotel con otros dos serñores, se sentaron ahí y pidieron un café cada uno que les hicieron en la máquina de café express que hay ahí y que a nosotros nos dijeron que no funcionaba. De golpe todos los empleados trabajaban y hacían todo rápido e iban de acá para allá.
Salimos rumbo a Puerto Patriada pero antes pasamos por lo de Guajardo y compramos jamón y queso que nos cortó la empleada torpe, y agua. Y llevamos mate.
Llegamos y vimos un cartelito que dice que cobran $25 por persona para pasar el día. Nos instalamos ahí, ocupamos una mesita e hicimos uso de las instalaciones sanitarias. Estábamos muy cerquita del lago que no sé el nombre, a unos metros nomás. Cada tanto un tero nos miraba y nos cacareaba, o ladraba, o lo que sea que hagan los teros. También aparecieron unos caballos que fueron a tomar agüita y a bañarse y algunos chapoteaban. Al ratito de estar ahí vinieron un hombre y una mujer y estacionaron su auto justo al lado del nuestro y pretendían quitarnos nuestro lugar de pasto con sombra que habíamos adquirido por derecho al llegar antes que ellos. Yo me instalé a leer con mi lonita pero estaban muy cerca y me molestaban con su conversación. El hombre decía una pavada atrás de la otra. Cuando lo escuché preguntarle a la mujer "¿Cuántos años vive un tero?", no soporté más y me fui a la mesita. Después del mate y el jamón y queso, y un jugo que también habíamos llevado, empezó a hacer mucho calor y decidimos irnos y justo apareció uno que nos quería cobrar pero papá le dijo que nos íbamos porque nos molestaba la música de unos que se habían instalado ahí como a cien metros y tenían la radio prendida a todo volumen con una musica espantosa, unos maleducados. De ahí nos fuimos a Lago Puelo  y dimos una vueltita y después entramos en un café que sellama El Café y tomamos unos jugos de frutilla y frambuesa con naranja, y después un café con torta de frutillas. Todo estaba muy rico. Nos volvimos al Bolsón y descansamos un rato en el hotel. Hacía mucho calor y el sol molestaba demasiado.
Un rato más tarde salí con mamá que iba a saludar a otra conocida que trabaja en la farmacia y aproveché para pesarme otra vez y ahí me dijeron que la balanza pesa 2 kg de menos. De ahí me fui a un ciber a a actualizar mi blog con mi diario de viaje, y volví al hotel. A pesar de haber usado protector solar FPS50 tengo la espalda colorada y un poquito los hombros también. Hacía mucho mucho muchísimo calor en todos lados.
A eso de las 20 salimos en el auto aprovechando que tiene aire acondicionado, y dimos unas vueltas. Con mamá entramos en una librería y me compré un librito de Boris Vian porque el de Murakami lo terminé hoy en el baño y ya no tenía nada para leer, y no encontré ninguna otra cosa interesante en la librería. Compramos más agua y dimos más vueltas.
Para cenar elegimos el restaurante Opíparo, más que nada porque aceptan tarjetas de crédito y débito y casi en ningún otro lado aceptan tarjetas, sólo efectivo, y los cajeros están siempre atestados de gente haciendo cola para sacar dinero.
Después de cenar volvimos al hotel y ordené todas mis cosas porque mañana nos vamos a Bariloche.

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